Docentes que dejan huella

Mi Profesor de Matemáticas

Siempre que me acuerdo de él, lo recuerdo con mucha alegría.  Nunca en la vida me habían gustado tanto las matemáticas, no solo me gustaban sino que entendía perfectamente todo lo que el nos explicaba.  Llegaba de buen genio, con una sonrisa en su cara, una palabra amable y siempre nos llamaba por nuestro nombre, además con solo mirarnos sabía si estabamos bien o si teníamos algún problema, con sus preguntas nos demostraba que eramos importantes para él.

Todas las tardes llegaba antes de iniciar su jarnada, para hablar con las estudiantes y explicarles los temas que no entendían.  Nunca conocí a un profesor con tanto amor y vocación por su trabajo. Ahhhh y nunca me habían gustado tanto las matemáticas.